El histórico jugador inglés de rugby Brian Moore, apodado "Pitbull" por su descomunal dureza en el campo, ha destapado una negra historia personal capaz de sorprender y explicar a sus seguidores y detractores parte de su agresivo comportamiento: traumatizado por haber sido dado en adopción a la edad de siete meses, Moore tuvo que aguantar numerosos abusos sexuales en el colegio. Una historia que ha publicado en su autobiografía, tituladas "Beware of the dog" -cuidado con el perro-
En la infancia se pueden vivir terribles acontecimientos que marcan una vida. Es el caso de la trayectoria de Brian Moore, considerado uno de los tipos más duros en la historia de la liga inglesa de rugby. Su enorme rendimiento le llevó a representar a la selección de su país en 64 ocasiones entre 1987 y 1995, así como para ser elegido mejor jugador del mundo en el año 1991.
Abusos a manos de un profesor
El episodio más crudo de la autobiografía que Moore ha publicado tiene lugar cuando tres chicos de la escuela y él son sometidos a "abusos sexuales" a manos de un profesor del colegio durante una excursión en un camping de Yorkshire. El joven Moore se sentía demasiado avergonzado para confesar a sus padres adoptivos -predicadores de la Iglesia Metodista- lo que estaba comenzando a suceder.
Además de la vergüenza, Moore sufrió un enorme sentimiento de culpa por la indefensión en la que se encontró y su falta de reacción en aquellos momentos. Para colmo, el profesor que provocó las violaciones era un asiduo asistente a los oficios religiosos de sus padres, según publica el Daily Telegraph.
Demasiado tarde
Este jugador clave en la historia del rugby inglés no olvidó la historia, ni mucho menos: "me encuentro frecuentemente rabioso por lo sucedido, pero lo prefiero a intentar taparlo en mi memoria". Moore intentó contactar con el abusador pero llegó demasiado tarde, pues este ya había fallecido. Lo que le deja a Moore un peor sabor de boca: "Lo que me sucedió a mí no pudo ser un incidente aislado: probablemente se vendría produciendo desde hacía años".
Un traumatizado Moore encontró en el rugby su salvación para dar salida a sus enormes frustraciones y miedos: las reglas del juego le permitieron desahogarse sin quebrantar ninguna normativa, ejerciendo las veces de terapia. Entonces ya lo llamaban "Pitbull" y había conseguido iniciar el camino para la leyenda. Una historia que, según lo narrado, tiene en sus orígenes dificilísimos episodios.
para los anglofonos, el articulo del telegraph
http://www.telegraph.co.uk/sport/columnists/brianmoore/
