JPR Williams escribió:
Comparar el baloncesto con el rugby es una tontería absoluta. En el baloncesto siempre hemos estado entre los 5/6 mejores. No se ganaban oros pero sí platas, bronces, etc... y los equipos españoles tienen unas cuantas copas de Europa. A pesar de ello, entre la plata de Los Ángeles y el anillo de Gasol van 25 años.
En el rugby, por suerte o por desgracia llevan los mismos 8/10 equipos repartiendose todo lo jugable y ganable. El ejemplo de Italia nos vale a nosotros que sabemos como es el rugby internacional y el valor de lo que ha hecho Italia pero a ver como se lo vendes al aficionado de a pie que es un triunfo jugar el VI naciones aunque no ganes más de un partido (con suerte) por año y que clasificarse para un mundial y perder todos los partidos es un éxito.
hornet escribió:
Recordar que el baloncesto español en el año 84 gano una medalla de plata en los Juegos Olimpicos, es decir que ya tenia un nivel altisimo.
Empecemos por profesionalizar de verdad y tener buenos gestores, buenos formadores, buenos entrenadores, cuidemos los aspectos fisico-medicos, en una palabra TRABAJO y SERIEDAD.
Los ultimos que tienen que cobrar son los jugadores ¿Y sabeis porque? Por que son que salen a divertirse al campo. Todos los demas lo que hacen es trabajar para que ellos puedan jugar, desde el presidente del club hasta el ultimo de los empleados y encima siempre son los mas criticados.
No es cierto que el nivel fuera tan alto. En los juegos del 84 no se presentaron los soviéticos, el único rival era Yugoslavia (que no recuerdo si ganamos agónicamente en semifinales o por algo le tocó contra EEUU). Y en la final nos apalizó una selección americana universitaria (no las estrellas de la NBA, los amateurs universitarios).
Antes de 1984 sólo habíamos ganado la plata del europeo de 1935 y el bronce del de 1973. Y quedamos 4º en le mundial del 82. Desde la guerra civil hasta finales de los 60 ni nos clasificábamos para los europeos. La medalla del 84 se produce por la conjunción de una gran generación de jugadores (surgidos casi de forma espontánea), el boicot a los juegos de Los Ángeles y la suerte. Si os fijáis después de eso se ganó la plata en el europeo del 83, y desde entonces sólo un bronce en 1991 hasta la plata de 1999. Son 15 años en los que la selección caía en cuartos en los europeos y a veces ni se clasificaba para los Juegos Olímpicos.´Y esto es debido a que no había una base, una estructura, un conocimiento del juego extendido entre los entrenadores, jugadores y aficionados de todas las categorías. Yo soy muy malo jugando, y tampoco sé mucho de entrenar, pero hay muchos países tercermundistas donde yo, o cualquier español que haya jugado algo en España, sería el mejor entrenador del país, porque tengo un "know how", un conocimiento del juego, no a nivel de detalle pero sí de espíritu (y eso podemos verlo en la selección de fútbol de Nueva Zelanda o en la de Japón de baloncesto). Ese conocimiento del juego, a nivel técnico, táctico, físico y de espírtu mismo es lo que nos falta en España en rugby. Y eso, como el césped, hay que regarlo y cortarlo durante años, aunque hay formas de dar grandes saltos en le proceso.
Pero en 1984 pasó otra cosa, se creó la ACB. Hasta entonces la Liga Nacional era algo bastante parecido a la actual de rugby, con una gestión federativa nula o incluso negativa, nula promoción de la competición y poca televisión. Aunque con la diferencia de que la federación había regalado canastas y balones a todos los colegios del país en los 70 (y con los balones lo volvió a hacer hace pocos años, con el patrocinio de Sunny Delight), había hecho "operaciones altura" para captar pívots y enseñarles a jugar y la plata en los juegos atrajo aficionados. Sin embargo la generación de Fernando Martín, Iturriaga y compañía había nacida por azar, y a los pocos años la selección dejó de dar triunfos que atrajeran a la gente. Pero la ACB trabajó duramente para ganarse un hueco. Al principio (año 84, recordemos) le pagaba (sí, pagaba) 125.000 pesetas por partido a TVE para que retransmitiera la liga, a cambio de la gestión de la publicidad fija y móvil durante los partidos. Con ello ganaba muy poco dinero, pero conseguía atraer patrocinadores a los clubes y sobretodo crear una afición al deporte en sí y afianzarlo. Esa afición es la que produjo que la generación de Gasol, la del 80, que no vio ganar la plata del 84, se dedicara a jugar al baloncesto. La desaparición de Yugoslavia trajo muchos buenos jugadores en los 90 (aparte de jugadores y entrenadores americanos) que subieron el nivel técnico de la liga y a través de ésta a todo el país. Ese aumento del nivel técnico de la liga hizo que una estrella nacida por azar como Gasol pudiera ganar una NBA en vez de jugar unos pocos minutos como Fernando Martín. El modelo actual se basa en que los mejores jugadores fuera de la NBA vengan a la ACB, donde juegan pocos españoles pero éstos tienen un gran nivel por la competencia, y los mejores de los españoles vayan a la NBA (aunque le hecho de muchos jugadores vayan a la NBA ha sido perjudicial para algunos países, que han perdido su estilo de juego o su unidad de selección).
Aquí no podemos reproducir en rugby un éxito como el de Los Ángeles, pero sí otras muchas cosas. Enviar a nuestros mejores jugadores a jugar fuera elevará a corto plazo el nivel de la selección (aunque sea Pro D2, National One o Super 10) y a largo el de todo el país (muchos de esos jugadores serán entrenadores, profesionales o en sus ratos libres y enseñarán a sus compañeros o alumnos). Por otra parte el fichar jugadores y entrenadores extranjeros para elevar el nivel de la primera división no es sólo pan para hoy, sino también para mañana, pues de ellos aprenderán sus compañeros, y ese conocimiento va pasando poco a poco de un estrato a otro del mundo del rugby patrio. Por otra parte el trabajo de la FEB con los colegios fue extremadamente positivo, y habría que buscar la forma de hacer un programa federativo para extender la práctica en los colegios. Y por último el aspecto de la televisión: la ACB hizo una gran gestión pagando a TVE por emitir los partidos, pero echó a perder buena parte de esa afición al venderle los derechos a Canal+ (aunque el dinero que recibieron los clubes sirvió para convertir a la ACB en la 2ª mejor liga del mundo). La enseñanza de ésto es que en nuestro caso la televisión debe verse como una forma de atraer aficionados más que como forma de ganar dinero. Al menos la selección nacional debería emitirse siempre y en abierto, aunque hubiera que pagar por ello. Y con respecto a la liga, es más difícil pero creo que a medio plazo se saca más dinero de patrocinadores con la liga en abierto que lo que pagan por emitirla en cerrado.
Esas creo que son las enseñanzas que creo que pueden sacarse del caso del baloncesto para el rugby.
Al final lo importante es ese know how, y el mejor ejemplo son los bases españoles. En el resto de posiciones no tanto porque la altura siempre es escasa, pero en los bases (que con 1.80 es suficiente si compensas con calidad), tenemos mínimo 8 bases que podrían ir con la selección y no hacer mal papel (Calderón, Ricky Rubio, Raül López, Cabezas, Sergio Rodríguez, Sergio Llull, Víctor Sada, Mario Bruno...), cuando en 1984 teníamos a Calderón y al nacionalizado Chicho Sibilo.