y aquí la crónica de la página web del cisneros:
CRÓNICA- C.R. Cisneros 13 – Polideportivo & Fitness CRC 17
Equipos - Primer equipo
Lunes, 14 de Noviembre de 2011 19:37
En el sexto partido de Liga llegó la primera derrota del Colegio. Era un choque por el liderato entre dos equipos invictos. Era un partido de máxima rivalidad que prometía emoción y que en ese sentido al menos, no decepcionó. Pero para el Cisneros el partido era algo más. Tras encadenar cinco victorias en el
inicio de la competición, el sábado el Colegio se enfrentaba a un examen en el que se evaluaba el verdadero alcance de su actual proyecto deportivo, su potencia de fuego, su capacidad de presentar batalla frente a rivales de entidad. Y ese examen, a pesar de la derrota, lo pasó con holgura.
Arrancó el Colegio con novedades importantes. Una pareja de medios inédita que no suma 40 años de edad y una primera línea de emergencia, ante la ausencia de los dos pilieres que venían liderando la melé en jornadas precedentes, daban al equipo un cierto aire de provisionalidad. Pero a pesar de las ausencias, el Cisneros fue capaz de imponer su estilo y dominar el juego. Solo su falta de tablas y los sólidos recursos ofensivos del rival le apartaron de la victoria.
El partido empezó con un cuarto de hora de monólogo azul en el campo de los de Pozuelo. Con un sólido dominio de la conquista y aplicando mucho ritmo al juego, el Cisneros consiguió en ocasiones generar ventajas frente a la experta y bien trabajada defensa del rival, pero no fue capaz de explotarlas, por errores en la toma de decisiones o en la ejecución de los últimos pases. A los 5 minutos, y tras dejar pasar varias ocasiones, se optó por ir a palos tras un golpe de la defensa contraria sobre la línea de 40 metros. A Paco no le alcanzó la patada y se frustró así una primera ventaja en el marcador. La eficacia y la disciplina defensiva de los locales impedían al CRC salir de su campo. Casi quince minutos estuvo el Colegio sin cometer un solo golpe de castigo.
Pero los golpes de castigo empezaron a llegar y, con ellos, el rival pudo alejar el juego de su zona de peligro y empezar a disponer de posesiones con las que atacar. En el minuto 19, la primera jugada desplegada de la línea del CRC puso de manifiesto su calidad y su peligro. Desde una conquista en lateral en medio campo, buscaron el espacio en el canal exterior y allí consiguieron avanzar hasta la zona de marca del colegio. Era su primera incursión seria en campo contrario.
El Colegio recuperó la posesión en su zona de 22, pero leyó mal la situación. Tal vez confiados por su dominio del partido hasta ese momento, lejos de aplicarse para alejar el peligro, los de azul y azul, se dispusieron a jugar y apunto estuvieron de perder la posesión. Comenzó en ese momento una sucesión de errores que un equipo experto y bien armado como el CRC no podía dejar de castigar. La patada defensiva de Ángel no salió fuera. La presión sobre el ala rival que recibió el balón fue desajustada y defectuosa. Castro subió solo y Matt llegó tarde a la ayuda. El contrario se adentró en 22, donde fue derribado. Y una vez allí, en la primera fase de ataque del CRC de verdadera urgencia, a menos de 15 metros de marca, la defensa colegial desatendió el poste y dejó al 9 visitante colarse hasta la cocina y anotar el primer ensayo.
Fue el único error de bulto de toda la cortina defensiva en el partido, pero salió carísimo. El pateador de los de Pozuelo, muy seguro toda la tarde, pasó entre palos la conversión para el 0-7. Fue un golpe de los que duelen. De esos que te pueden hundir o dejarte grogui para el resto del partido. Después de quince minutos de tan incontestable como infructuoso control del partido, en el primer error, el rival se ponía por delante. Fue como descuidar un momento la guardia y recibir un poderoso gancho en la mandíbula. Estaba claro que el rival sabía a qué jugaba y que tenía una pegada temible. Nada que no fuera bien sabido antes de empezar.
Pero el Colegio está aprendiendo a encajar y a creer en sus propias fuerzas. El ensayo apenas le afectó y pronto retomó el mando y volvió a instalarse en la 22 contraria. Y fue precisamente en esa fase del partido cuando se le escapó la victoria. Durante otro largo cuarto de hora asedió el Cisneros la zona de ensayo. Lo acarició, lo rozó con los dedos, pero no llegó a lograrlo. Le faltaron al joven equipo colegial recursos técnicos y tácticos para superar la eficiente defensa rival. Y le sobró audacia y valor, pues pedir melé en un golpe bajo palos, y renunciar a tres puntos seguros, fue una decisión hermosa por lo que tenía de valiente, pero probablemente innecesaria. No obstante, el arrojo de la delantera azul y azul debe aplaudirse. Al fin y al cabo, el que patea a palos duda de sus propias fuerzas.
La frustración por el estéril dominio acabó por hacer mella en el Colegio, que en el tramo final de la primera parte relajó levemente su presión, lo que aprovechó el CRC para volver a asomar la cabeza y estirarse. Entró en campo contrario de nuevo y, con muy poco, volvió a golpear. Un nuevo ataque desplegado de su poderosa línea pilló a Ángel con el pie cambiado y tuvo que usar un placaje alto que acarreó su expulsión temporal. Para mayor castigo, el eficaz pateador visitante pasó entre palos la patada para el 0-10.
Tuvo aún tiempo el Cisneros antes del descanso de volver a campo contrario, intentarlo de nuevo y cobrarse un golde de castigo centrado a unos 30 metros de marca. De nuevo, la patada de Paco se quedó corta y con la diferencia de 10 puntos se llegó al descanso.
La segunda parte empezó con el Cisneros decidido a revertir la situación, a oponerse a ese destino que parecía depararle el curso de los acontecimientos. Poco, apenas cinco minutos, tardaron los de azul en conseguir un golpe de castigo de la defensa contraria por carga ilegal. Centrado y cercano, Ángel pasó entre palos la patada para el 3-10. Según pasaban los minutos, la delantera visitante se mostraba más cansada y ello dio fuerzas y ánimos a la delantera colegial, que se adueño del juego, dominó a sus rivales y a punto estuvo de decantar el partido a su favor. En torno al minuto siete de la primera mitad vinieron los momentos más grandes del choque. Un retenido de la línea colegial concedió al CRC la posibilidad de sacar de lateral en la 22 del Colegio. Iñaki, enorme todo el partido, robó la touche a dos manos. En lugar de salir con el pie, la delantera colegial decidió empujar y poco a poco fue metiendo metros, avanzando, cruzando el campo entre rivales que ni infringiendo deliberada y repetidamente el reglamento eran capaces de detener el avance del maul azul y azul. Finalmente, ya en campo contrario, y tras cerca de 50 metros de avance, el maul se derrumbó y el árbitro decretó melé para el CRC. Pero el castigo había sido enorme, y en la inmediata melé, la primera línea visitante, superada en la entrada, se vio obligada a hundir la formación.
Desde ese golpe de castigo el Cisneros buscó el lateral en la 22 rival. La poderosa touche colegial ganó el balón arriba y empujó en busca del ensayo. Una nueva infracción por la impotencia de la delantera rival derivó en una expulsión. Poco después, la delantera logró el ensayo que tanto se le había resistido durante la primera parte, apretando el marcador en un estrecho 8-10, con cerca de media hora aún por jugar.
El Colegio, encorajinado y seguro de tener el partido a su alcance, se lanzó a por él. Atacó con ritmo y determinación, pero le faltó la pausa y la calma del que tiene el tiempo a su favor. Empezaron a sucederse pérdidas de posesión fruto de la ansiedad, típicos errores del que arriesga en exceso la posesión llevado por la urgencia. De nuevo, un error de lectura del partido. Había tiempo de sobra para no tener prisa y hacer las cosas bien.
Tras dos perdidas consecutivas de la posesión por parte del Cisneros, el CRC dispuso de una melé en medio campo, con la que atacó desplegado buscando espacios en el exterior. La defensa azul y azul les cerró bien los huecos pero estuvo muy frágil en los contactos, y permitió la continuidad del avance de una jugada que derivó en definitiva. El apertura apostó por meter el balón con el pie en zona de marca, y el caprichoso bote le favoreció. Llegó antes el ala visitante que Castro, que llegaba bien en cobertura pero el oval le jugó una mala pasada. De nuevo la seguridad de su pateador amplió la diferencia hasta el 8-17. Quedaban cerca de 25 minutos de partido y la cosa parecía complicada.
Pero el Colegio se empeñó en aferrarse al partido, y con aires nuevos llegados desde el banquillo arriesgó y confío en la manifiesta superioridad que tenía en el juego cerrado. El partido se abrió y el Cisneros dispuso de varias opciones para descontar. No fue hasta el minuto 70, en el que, de nuevo desde lateral y tras un buen empuje en maul, la delantera colegial logró su segundo ensayo y puso el 13-17 en el marcador.
Quedaban diez minutos para lograr el tercer ensayo, el de la victoria. Y el Colegio tuvo aún un par de opciones para conseguirlo, especialmente después de una carrera de Fran por la banda y una larga patada a seguir. Pero no pudo ser. El partido debió haberse ganado antes, a lo largo de todo un choque en el que el juego, el territorio y el balón fueron principalmente azules, pero la efectividad y la pegada la pusieron los de Pozuelo.
Por el Cisneros jugaron: 1.Juan Pasamar (60’Santiago Fernández Varone); 2. Mario Subijana (70’ Pablo Hayali); 3.Guillermo Espinós; 4.Rafael Matt; 5.Iñaki Villanueva; 6.Gustavo González; 7.Hermenegildo Simón (50’Salvador Pahla); 8.Santiago Noriega (55’ Guillermo Molina); 9.Pablo Alcalde; 10.Ángel López; 11.Ángel Castro; 12.Juan Cano; 13.Miguel Beloqui (62’ Nicolás Giuditta); 14.Fran Soriano; 15.Paco Hernández.
Formaban también parte de la convocatoria pero no jugaron Filipo Reali y Pedro Sanz.