Soy una bota de rugby
Publicado: Vie, 01 Oct 2010, 10:25
Os remito un escrito de un amigo mío presentado en un evento.
En el email que me remitió ponia "no le he querido poner mi nombre en el texto , para representar a todas la personas que hayan sufrido algo parecido"
Este es el texto íntegro:
(Soy una bota de rubgy de la talla 47..)
Mi dueño me llevó durante años por los campos de rugby, sintiendo el olor de la hierba, el sonido de los continuos golpes en las melés y los placajes, la alegría de la victorias y las lágrimas de la derrotas.
Un día todo aquello se paró cuando sentí el crujido de su espalda… y no volví a pisar, lamentablemente, nunca más la hierba.
Me dijeron que estuvo meses encamado y casi un año en silla de ruedas. Poco a poco, como si jugara el partido más importante de su vida, consiguió levantarse de la silla de ruedas ayudado por muletas; de hecho el otro día volví a verlo después de estos 8 años ¡¡¡y ni siquiera usaba muletas!!!
Ahora me dicen que sigue en el mundo del deporte, pero apoya su peso sobre las ruedas, ésta vez, de una silla de baloncesto. Me consta que tiene unos brazos descomunales y ha conseguido ganarse el respeto de sus nuevos compañeros de equipo, todos con historias como las suyas, donde el afán de superación rompe cualquier barrera.
Veo que ha recuperado su sonrisa contagiosa, trasmitiendo su alegría a su familia, a sus amigos, a su amor…
….. Me alegro mucho por él.
En el email que me remitió ponia "no le he querido poner mi nombre en el texto , para representar a todas la personas que hayan sufrido algo parecido"
Este es el texto íntegro:
(Soy una bota de rubgy de la talla 47..)
Mi dueño me llevó durante años por los campos de rugby, sintiendo el olor de la hierba, el sonido de los continuos golpes en las melés y los placajes, la alegría de la victorias y las lágrimas de la derrotas.
Un día todo aquello se paró cuando sentí el crujido de su espalda… y no volví a pisar, lamentablemente, nunca más la hierba.
Me dijeron que estuvo meses encamado y casi un año en silla de ruedas. Poco a poco, como si jugara el partido más importante de su vida, consiguió levantarse de la silla de ruedas ayudado por muletas; de hecho el otro día volví a verlo después de estos 8 años ¡¡¡y ni siquiera usaba muletas!!!
Ahora me dicen que sigue en el mundo del deporte, pero apoya su peso sobre las ruedas, ésta vez, de una silla de baloncesto. Me consta que tiene unos brazos descomunales y ha conseguido ganarse el respeto de sus nuevos compañeros de equipo, todos con historias como las suyas, donde el afán de superación rompe cualquier barrera.
Veo que ha recuperado su sonrisa contagiosa, trasmitiendo su alegría a su familia, a sus amigos, a su amor…
….. Me alegro mucho por él.