El rugby vasco...
Publicado: Lun, 21 Sep 2009, 11:27
Un poco largo pero me ha parecido interesante
El rugby vasco de Iparralde en Anoeta, consideraciones...
JOSÉ MANUEL BUJANDA ARIZMENDI
Hace tres años pasados, abril de 2006, tuve la suerte de ser espectador de un partido de rugby en el estadio de Anoeta entre el Biarritz Olimpique y el equipo inglés Bath, partido que ganaron los de Biarritz por 18-9 ante más 25.000 hinchas y logrando así pasar a la final de la máxima competición de Europa en la ciudad de Cardiff. El ambiente creado por la hinchada vasca-francesa en diferentes barrios de Donostia fue, en mi opinión, inolvidable, por novedoso. A la novedad del evento deportivo en Anoeta se unía, en el caso de quien escribe estas líneas, el recuerdo ciertamente nostálgico de sus jóvenes años mozos cuando en la década de los setenta practicó este deporte, con más corazón que éxito, todo hay que decirlo, y jugó algunos partidos en el enigmático, por prohibido y sospechoso, Iparralde político de entonces. Entonces la frontera del Bidasoa sí que nos dividía y mutilaba sin miramientos sobre todo a quienes considerábamos que Iparralde y Hegoalde eran, y son, parte de las mismas tierras vascas del Zazpiak Bat.
Tres años después, el viernes 21 de agosto de 2009, y en el primer partido de la historia del Top 14 que se disputa fuera de Francia gracias a un oportuno cambio de normativa, el Aviron de Bayona recibió en «su» Anoeta al todopoderoso, y quizás uno de los mejores clubes de la liga francesa, Stade Fraçais de París. El Aviron entonó en honor a sus colores (y al de los anfitriones de la Real) el Txuri urdin maitea. El resultado favoreció después de un vibrante partido a nuestros vecinos txuriurdines de Bayona, 38-24. El ambiente, esta vez también, volvió a ser vibrante, diferente a lo conocido y muy alegre.
Este último 12 de septiembre, sábado a las cuatro y media de la tarde, tres semanas más tarde del anterior evento, se ha celebrado el derbi vasco-francés de rugby, entre el Biarritz Olimpique y el Aviron de Bayona, txuriurdines y txurigorris en noble lid deportiva. Ambiente espectacular. El resultado se decantó esta vez a favor del Biarritz Olimpique, 12-6. Y como en las anteriores dos ocasiones, este 12 de septiembre, Donostia, sobre todo algunas de sus zonas más próximas a la Parte Vieja y a Amara, ha vuelto a estar felizmente invadida por. vascos. vasco-franceses. vascos de Iparralde. labortanos. franceses o sencillamente simples seguidores de equipos de rugby. El Pakito Txokolatero, Boga Boga, Agur Xuberoa, Bagire, Ikus Mendigoizaleak, etc. eran las canciones que los hinchas del Aviron de Bayona y del Olimpique de Biarritz cantaban instrumentos musicales incluidos en las calles, carpas y bares cercanos de Anoeta, muchos de ellos vestidos de blanco y rojo (Biarritz), otros de azul celeste y blanco (Bayona), banderas de los equipos contendientes e ikurriñas en manos de personas de distintas generaciones de ambos sexos. Los cerca de 25.000 seguidores de Bayona y Biarritz, o de Euskadi Norte, o de Iparralde, Lapurdi, o como se le quiera llamar, hablaban fundamentalmente en francés y algo también en euskara. En Anoeta los miles de forofos rojiblancos y txuriurdines, no pararon de animar a sus respectivos colores y de cantar sus himnos y canciones de apoyo. Anoeta era testigo de nuevo del ya clásico Pakito Txokolatero multitudinario, mientras niños, no tan niños, jóvenes, maduretes, mayores y ancianos, hombres y mujeres banderas e ikurriñas en ristre aplaudían.
Realmente un magnífico espectáculo deportivo y social. Al mirar este, repito, magnífico espectáculo de alegría intergeneracional de los más de 25.000 presentes en Anoeta, oyendo francés pero también canciones en euskera, insisto, banderas e ikurriña en mano, inevitablemente pensaba en relación a las personas que abarrotaban Anoeta en: ¿qué eran, qué ideas tenían, qué votarían, qué se sentirían, por qué llevaban la ikurriña con absoluta naturalidad, se sentirían vascos?, que opinarían de nosotros sus vecinos vasco-españoles de hegoalde? y de su relación con nosotros? Como vascos de hegoalde, y nacionalistas bien pensantes, ¿qué reflexiones deberíamos hacernos ante tal espectáculo-regalo? ¿Cuál es, o debería de ser, la función y el papel del deporte, del fútbol, del rugby, del baloncesto, del atletismo... en las relaciones transfronterizas entre los vascos hermanos del norte y del sur, entre los vascos de Francia y España, en las relaciones con los más o menos otros vecinos?
Desconozco, imposible saberlo, cuál será el recorrido del voto nacionalista o simplemente vasquista en Iparralde -o a este lado del Bidasoa- en los próximos 100 años. No tengo ni idea cómo llegará, si llega, a concretarse cultural o políticamente en Europa el Zazpiak Bat de las siete provincias vascas. No me imagino el tipo de relación que habrá entre vascos de la CAPV, Navarra e Iparralde que nos configuran como vascos. Desconozco cómo será la Euskadi de un siglo más tarde... pero en Anoeta, hace tres años, hace un mes y hace pocos días sí supe, que independientemente de cómo será «lo» vasco, sí lo será. Pienso que la apuesta vasca de futuro vuela por encima de las fronteras, vuela abriéndose, siendo flexibles y entendiendo que hay cantidad de maneras diferentes de ser y de sentirse vascos, de bienquerer y de llevar con querencia la ikurriña, bien agitándola al viento o bien llevándola discretamente en el propio corazón de cada uno y de cada una. Ojalá que los vascos de un lado y otro del Bidasoa, tengamos la oportunidad de seguir saboreando en el futuro vientos de bonanza mutua al pegadizo ritmo del Pakito Txokolatero o de la suave cadencia del Boga Boga, Agur Xuberoa, Ba Gire, Txuri Urdin Maitea, Ikus Mendigozaleak, Allez Aviron o... Y quizás deberíamos plantearnos los vascos de este lado del Bidasoa que en vez de plantar un árbol, hacerlo crecer, mimarlo y cuidarlo, talarlo y fabricarles una mesa a los de Iparralde, deberíamos realmente dejarles que sean ellos mismos los que directamente planten el árbol, lo mimen y cuiden, talen y construyan la mesa rojiblanca, o txuriurdin, a su manera y semejanza. Creo que es cuestión de honestar y cultivar, con humildad y con fervor, sensibilidades, maneras, costumbres, historias y voluntades de personas y de colectivos. Y todo ello -árbol y mesa, deporte y culturas, equipos y colores, emociones y querencias, canciones e himnos, lenguas y euskera, banderas locales e ikurriñas- en el seno de un espacio transfronterizo de cosoberanías pactadas, de múltiples identidades superespuestas y de convivencias respetuosas y compartidas llamado Europa. Sinceramente, no creo que exista cara al futuro otro camino más factible, provechoso, real y más efectivo para los vascos que creemos que sí somos un Pueblo, y que tenemos voluntad de continuar siéndolo.
Un Pueblo, hoy llamado Euskadi, por cierto, con derecho a escribir de su propia mano, pluma y letra, su presente y su futuro, en armonía, concordia, paz y respeto exquisito, tanto internamente consigo mismo, como con sus vecinos del norte y del sur. Y quien tenga otra fórmula política democrática, sensata, realista, capaz de ser concretada, es decir, posible y creíble, que la manifieste. Y si así lo hace, que asuma de antemano la responsabilidad de la frustración social que generaría un camino y un discurso supuestamente ideal, idílico y lírico. pero abocado fracaso.
http://www.diariovasco.com/prensa/20090 ... 90918.html
El rugby vasco de Iparralde en Anoeta, consideraciones...
JOSÉ MANUEL BUJANDA ARIZMENDI
Hace tres años pasados, abril de 2006, tuve la suerte de ser espectador de un partido de rugby en el estadio de Anoeta entre el Biarritz Olimpique y el equipo inglés Bath, partido que ganaron los de Biarritz por 18-9 ante más 25.000 hinchas y logrando así pasar a la final de la máxima competición de Europa en la ciudad de Cardiff. El ambiente creado por la hinchada vasca-francesa en diferentes barrios de Donostia fue, en mi opinión, inolvidable, por novedoso. A la novedad del evento deportivo en Anoeta se unía, en el caso de quien escribe estas líneas, el recuerdo ciertamente nostálgico de sus jóvenes años mozos cuando en la década de los setenta practicó este deporte, con más corazón que éxito, todo hay que decirlo, y jugó algunos partidos en el enigmático, por prohibido y sospechoso, Iparralde político de entonces. Entonces la frontera del Bidasoa sí que nos dividía y mutilaba sin miramientos sobre todo a quienes considerábamos que Iparralde y Hegoalde eran, y son, parte de las mismas tierras vascas del Zazpiak Bat.
Tres años después, el viernes 21 de agosto de 2009, y en el primer partido de la historia del Top 14 que se disputa fuera de Francia gracias a un oportuno cambio de normativa, el Aviron de Bayona recibió en «su» Anoeta al todopoderoso, y quizás uno de los mejores clubes de la liga francesa, Stade Fraçais de París. El Aviron entonó en honor a sus colores (y al de los anfitriones de la Real) el Txuri urdin maitea. El resultado favoreció después de un vibrante partido a nuestros vecinos txuriurdines de Bayona, 38-24. El ambiente, esta vez también, volvió a ser vibrante, diferente a lo conocido y muy alegre.
Este último 12 de septiembre, sábado a las cuatro y media de la tarde, tres semanas más tarde del anterior evento, se ha celebrado el derbi vasco-francés de rugby, entre el Biarritz Olimpique y el Aviron de Bayona, txuriurdines y txurigorris en noble lid deportiva. Ambiente espectacular. El resultado se decantó esta vez a favor del Biarritz Olimpique, 12-6. Y como en las anteriores dos ocasiones, este 12 de septiembre, Donostia, sobre todo algunas de sus zonas más próximas a la Parte Vieja y a Amara, ha vuelto a estar felizmente invadida por. vascos. vasco-franceses. vascos de Iparralde. labortanos. franceses o sencillamente simples seguidores de equipos de rugby. El Pakito Txokolatero, Boga Boga, Agur Xuberoa, Bagire, Ikus Mendigoizaleak, etc. eran las canciones que los hinchas del Aviron de Bayona y del Olimpique de Biarritz cantaban instrumentos musicales incluidos en las calles, carpas y bares cercanos de Anoeta, muchos de ellos vestidos de blanco y rojo (Biarritz), otros de azul celeste y blanco (Bayona), banderas de los equipos contendientes e ikurriñas en manos de personas de distintas generaciones de ambos sexos. Los cerca de 25.000 seguidores de Bayona y Biarritz, o de Euskadi Norte, o de Iparralde, Lapurdi, o como se le quiera llamar, hablaban fundamentalmente en francés y algo también en euskara. En Anoeta los miles de forofos rojiblancos y txuriurdines, no pararon de animar a sus respectivos colores y de cantar sus himnos y canciones de apoyo. Anoeta era testigo de nuevo del ya clásico Pakito Txokolatero multitudinario, mientras niños, no tan niños, jóvenes, maduretes, mayores y ancianos, hombres y mujeres banderas e ikurriñas en ristre aplaudían.
Realmente un magnífico espectáculo deportivo y social. Al mirar este, repito, magnífico espectáculo de alegría intergeneracional de los más de 25.000 presentes en Anoeta, oyendo francés pero también canciones en euskera, insisto, banderas e ikurriña en mano, inevitablemente pensaba en relación a las personas que abarrotaban Anoeta en: ¿qué eran, qué ideas tenían, qué votarían, qué se sentirían, por qué llevaban la ikurriña con absoluta naturalidad, se sentirían vascos?, que opinarían de nosotros sus vecinos vasco-españoles de hegoalde? y de su relación con nosotros? Como vascos de hegoalde, y nacionalistas bien pensantes, ¿qué reflexiones deberíamos hacernos ante tal espectáculo-regalo? ¿Cuál es, o debería de ser, la función y el papel del deporte, del fútbol, del rugby, del baloncesto, del atletismo... en las relaciones transfronterizas entre los vascos hermanos del norte y del sur, entre los vascos de Francia y España, en las relaciones con los más o menos otros vecinos?
Desconozco, imposible saberlo, cuál será el recorrido del voto nacionalista o simplemente vasquista en Iparralde -o a este lado del Bidasoa- en los próximos 100 años. No tengo ni idea cómo llegará, si llega, a concretarse cultural o políticamente en Europa el Zazpiak Bat de las siete provincias vascas. No me imagino el tipo de relación que habrá entre vascos de la CAPV, Navarra e Iparralde que nos configuran como vascos. Desconozco cómo será la Euskadi de un siglo más tarde... pero en Anoeta, hace tres años, hace un mes y hace pocos días sí supe, que independientemente de cómo será «lo» vasco, sí lo será. Pienso que la apuesta vasca de futuro vuela por encima de las fronteras, vuela abriéndose, siendo flexibles y entendiendo que hay cantidad de maneras diferentes de ser y de sentirse vascos, de bienquerer y de llevar con querencia la ikurriña, bien agitándola al viento o bien llevándola discretamente en el propio corazón de cada uno y de cada una. Ojalá que los vascos de un lado y otro del Bidasoa, tengamos la oportunidad de seguir saboreando en el futuro vientos de bonanza mutua al pegadizo ritmo del Pakito Txokolatero o de la suave cadencia del Boga Boga, Agur Xuberoa, Ba Gire, Txuri Urdin Maitea, Ikus Mendigozaleak, Allez Aviron o... Y quizás deberíamos plantearnos los vascos de este lado del Bidasoa que en vez de plantar un árbol, hacerlo crecer, mimarlo y cuidarlo, talarlo y fabricarles una mesa a los de Iparralde, deberíamos realmente dejarles que sean ellos mismos los que directamente planten el árbol, lo mimen y cuiden, talen y construyan la mesa rojiblanca, o txuriurdin, a su manera y semejanza. Creo que es cuestión de honestar y cultivar, con humildad y con fervor, sensibilidades, maneras, costumbres, historias y voluntades de personas y de colectivos. Y todo ello -árbol y mesa, deporte y culturas, equipos y colores, emociones y querencias, canciones e himnos, lenguas y euskera, banderas locales e ikurriñas- en el seno de un espacio transfronterizo de cosoberanías pactadas, de múltiples identidades superespuestas y de convivencias respetuosas y compartidas llamado Europa. Sinceramente, no creo que exista cara al futuro otro camino más factible, provechoso, real y más efectivo para los vascos que creemos que sí somos un Pueblo, y que tenemos voluntad de continuar siéndolo.
Un Pueblo, hoy llamado Euskadi, por cierto, con derecho a escribir de su propia mano, pluma y letra, su presente y su futuro, en armonía, concordia, paz y respeto exquisito, tanto internamente consigo mismo, como con sus vecinos del norte y del sur. Y quien tenga otra fórmula política democrática, sensata, realista, capaz de ser concretada, es decir, posible y creíble, que la manifieste. Y si así lo hace, que asuma de antemano la responsabilidad de la frustración social que generaría un camino y un discurso supuestamente ideal, idílico y lírico. pero abocado fracaso.
http://www.diariovasco.com/prensa/20090 ... 90918.html