Sobre las franquicias SIR-Web de Korsarioak
Publicado: Vie, 17 Jul 2009, 11:11
Franquicias SIR
Muchos han opinado en los últimos tiempos de nuestras franquicias rugbísticas. Unos para bien, otros para mal. Si bien es cierto que existe un cierto desconcierto.
La primera confusión viene respecto al origen del deporte moderno en España. No es el Estado quien estuvo en ello. Fueron las iniciativas privadas. La inquietud de aquellos audaces deportistas que de sus encuentros concertados pasaran a plantear una estructura de gestión y desarrollo de los mismos -las federaciones- que cubrieran sus afanes competitivos.
No en vano, el Sr. Orbea funda la FAG, Federación Atlética Guipuzcoana, en 1916 para posteriormente ser el iniciador de la Federación Española de Atletismo. Caso parecido se da en el rugby, donde la UE Santboiana fue fundadora de la FIRA, antes de existir la FER.
Es a posteriori que, en general, los Estados desembarcan en el deporte para socializarlo inicialmente -Francia fue la pionera-, y más tarde utilizarlo como estandarte representativo.
Por tanto, ni nos engañemos, ni sorprendamos. Si queremos tener un futuro para nuestro rugby, éste debe venir desde abajo. El sistema está suficientemente maleado como para esperar, al menos, a que no se coarten las lícitas inquietudes de los que buscamos oxígeno y espacio vital para el rugby.
Parece que conceptos tan en boga hoy en día como ‘innovación', son sólo aplicables a la industria o la tecnología, y en el deporte a cuestiones tan estudiadas como el bañador de Phelps. ¡Pues no señor!, en la organización deportiva también se debe y tenemos que hablar de innovación.
Los cambios, cualquier cambio, es cierto que producen incomodidad y desasosiego en unos, dudas he incertidumbre en otros, ilusión y expectativas en los demás. En todo caso, es la historia de la humanidad y no estaríamos aquí si no gracias a ‘locos' innovadores que han existido a lo largo de los siglos.
El rugby es un deporte natural, instintivo, puede que primario para algunos, pero dónde la inteligencia es siempre necesaria e imprescindible.
Y en esa línea nacen las Franquicias SIR. No son estructuras ‘marcianas' que vienen del limbo. Son grupos de clubes, perfectamente federados y reconocibles, que con mayor o menor acierto inicial se organizan y estructuran con otros fines y objetivos perfectamente complementarios a los de los clubes de origen.
Otra cuestión es que determinadas personas no encuentren el acomodo al que están acostumbradas en la organización actual, o sus objetivos personales no se vean satisfechas con el papel al que pueden aspirar en la nueva organización.
Kote Olaizola
Muchos han opinado en los últimos tiempos de nuestras franquicias rugbísticas. Unos para bien, otros para mal. Si bien es cierto que existe un cierto desconcierto.
La primera confusión viene respecto al origen del deporte moderno en España. No es el Estado quien estuvo en ello. Fueron las iniciativas privadas. La inquietud de aquellos audaces deportistas que de sus encuentros concertados pasaran a plantear una estructura de gestión y desarrollo de los mismos -las federaciones- que cubrieran sus afanes competitivos.
No en vano, el Sr. Orbea funda la FAG, Federación Atlética Guipuzcoana, en 1916 para posteriormente ser el iniciador de la Federación Española de Atletismo. Caso parecido se da en el rugby, donde la UE Santboiana fue fundadora de la FIRA, antes de existir la FER.
Es a posteriori que, en general, los Estados desembarcan en el deporte para socializarlo inicialmente -Francia fue la pionera-, y más tarde utilizarlo como estandarte representativo.
Por tanto, ni nos engañemos, ni sorprendamos. Si queremos tener un futuro para nuestro rugby, éste debe venir desde abajo. El sistema está suficientemente maleado como para esperar, al menos, a que no se coarten las lícitas inquietudes de los que buscamos oxígeno y espacio vital para el rugby.
Parece que conceptos tan en boga hoy en día como ‘innovación', son sólo aplicables a la industria o la tecnología, y en el deporte a cuestiones tan estudiadas como el bañador de Phelps. ¡Pues no señor!, en la organización deportiva también se debe y tenemos que hablar de innovación.
Los cambios, cualquier cambio, es cierto que producen incomodidad y desasosiego en unos, dudas he incertidumbre en otros, ilusión y expectativas en los demás. En todo caso, es la historia de la humanidad y no estaríamos aquí si no gracias a ‘locos' innovadores que han existido a lo largo de los siglos.
El rugby es un deporte natural, instintivo, puede que primario para algunos, pero dónde la inteligencia es siempre necesaria e imprescindible.
Y en esa línea nacen las Franquicias SIR. No son estructuras ‘marcianas' que vienen del limbo. Son grupos de clubes, perfectamente federados y reconocibles, que con mayor o menor acierto inicial se organizan y estructuran con otros fines y objetivos perfectamente complementarios a los de los clubes de origen.
Otra cuestión es que determinadas personas no encuentren el acomodo al que están acostumbradas en la organización actual, o sus objetivos personales no se vean satisfechas con el papel al que pueden aspirar en la nueva organización.
Kote Olaizola