Primero el Nodalia, ¿y ahora el Cajasol?
Publicado: Jue, 18 Dic 2008, 10:23
De PATADA A SEGUIR
18 diciembre, 2008 | 09:24
Primero el Nodalia,
¿y ahora el Cajasol?
Anoche acudí a la tradicional Copa de Navidad que ofrece Alfonso Mandando, presidente de la Federación, para felicitar las fiestas a todos los estamentos del rugby español. Me extrañó no ver a dos de los habituales, el presidente del Cajasol, Antonio Parrilla (tesorero de la ACR) y a algún miembro del Nodalia (militante beligerante de la ACR), aunque la crisis que sufre justificaba su ausencia. Pero no encontré argumento a la ausencia dle primero. Hasta que hablé con un buen amigo y compañero de Universidad en Salamanca, Panchu de la Huerga, el periodista que firma la noticia exclusiva que reproduzco abajo. Luego, tirando del hilo he podido saber que Parrilla dejó plantados a los miembros del Bera Bera tras la derrota el domingo y que dijo alguna palabra más alta que otra a la prensa vasca y a alguno de los miembros del Casol. Habemus lío. Tampoco apareció Manolo Martín, presidente de la ACR, que tenía obligaciones laborales. Pero ser presidente de la ACR y serlo remunerado también obliga a determinadas cosas, entiendo. Sí estaba el gerente Jesús Márquez Tarugo, con quien charlé animadamente, como siempre. Servidor fue recibido en la cena al grito únanime y guasón de "Qué, al final la Superibérica para el 2011?". Mal asunto el de vociferar desde el desconocimiento de lo que ocurre en el rincón rival. Minutos antes había hecho pública la fecha de inicio de la Superibérica. Mientras la directiva de la ACR, y trinchera enemiga declarada de la LSI, se relame las heridas. Felicidades por la noticia Panchu. Y decidan lo que decidan, suerte al Ciencias de don Juan Arena. Y al Nodalia.
La crisis del otro Cajasol
Las dos derrotas de las últimas jornadas acaban con las aspiraciones al título y comprometen el cargo de Arenas aunque el presidente, por ahora, lo respalda
Juan De La Huerga / Sevilla |
Hay mar de fondo en el Cajasol Ciencias Rugby, un equipo que empezó la temporada sin esconder sus aspiraciones de ganar la liga pero que el domingo cerrará la primera vuelta (se supone que con un triunfo sobre Les Abelles, un recién ascendido) en la tercera plaza pero muy lejos de las dos primeras. Lo que equivale a decir que en una desoladora tierra de nadie. Un mal puesto para el, seguro, uno de los dos mayores presupuestos del campeonato, en dura competencia con el CRC Madrid por ser el primero.
Precisamente la derrota frente al quince capitalino, líder invicto, hace dos semanas abrió la caja de los truenos. La tormenta puede llevarse por delante al entrenador, Juan Arenas, enfrentado con un presidente que por ahora hace llamamientos a la calma. De puertas hacia fuera.
La mala relación entre el laureado técnico y el presidente, Antonino Parrilla, es un secreto a voces en el mundillo del rugby sevillano. El dirigente considera que el esfuerzo realizado por su directiva para pagar los altísimos honorarios de Arenas y para construir un plantel a su antojo merecía mejor respuesta que la dada por el quince científico en los dos últimos partidos, en los que ha dilapidado sus opciones de ganar la liga. La cuenta es fácil de entender: si la temporada pasada el equipo fue segundo, ¿por qué no disputar este año el título si el plantel se ha reforzado convenientemente?
Parrilla retuvo a extranjeros remunerados como Corey Smith y Andrea Bresolin. Además, fichó a un trío de neozelandeses nuevos (uno de ellos, el ex all black Sam Harding) y al francés Anthony Berrichon. Otros foráneos ya asimilados como Leo de Olivera, Francis Pinto y Sebastián Hattori elevan hasta nueve la nómina de jugadores de allende nuestras fronteras de un plantel en el que se desterró el término amateur, ya que la directiva también estableció un sistema de remuneraciones a los nacionales. Además, llegaron tres sevillanos formados en otros clubes e internacionales absolutos: Camacho, Leandro y Nono Beltrán. Con estos mimbres, era casi obligatorio componer un cesto lustroso pero el ejercicio de impotencia que supuso el partido ante el CRC Madrid terminó por agriar un ambiente que ya no era del todo bueno.
Arenas fue relevado de sus funciones como director técnico y bajo su responsabilidad quedó solamente la categoría sénior. Durante la semana, el entrenador y uno de los capitanes, Chema Bohórquez, tuvieron una discusión que terminó en estrambote: el carismático talonador no fue convocado para el partido de San Sebastián, donde el domingo el Cajasol cayó ante el modesto Bera Bera, que figuraba en puesto de descenso.
El lunes por la noche, el cese de Arenas (bien vía dimisión, bien vía destitución) se daba por seguro. Aunque si Antonino Parrilla lo desmiente con la firmeza con que lo desmintió, por algo será. Pero el Ciencias ya no es el grupo de amigos de antaño y el protocolo del profesionalismo prevé la depuración de responsabilidades en caso de fracaso. Al fondo, se yergue la figura de Grant Dwyer, técnico australiano en nómina del club como segundo entrenador del primer equipo. Tiene experiencia, conocimientos y es respetado por los jugadores: los extranjeros y los españoles.
18 diciembre, 2008 | 09:24
Primero el Nodalia,
¿y ahora el Cajasol?
Anoche acudí a la tradicional Copa de Navidad que ofrece Alfonso Mandando, presidente de la Federación, para felicitar las fiestas a todos los estamentos del rugby español. Me extrañó no ver a dos de los habituales, el presidente del Cajasol, Antonio Parrilla (tesorero de la ACR) y a algún miembro del Nodalia (militante beligerante de la ACR), aunque la crisis que sufre justificaba su ausencia. Pero no encontré argumento a la ausencia dle primero. Hasta que hablé con un buen amigo y compañero de Universidad en Salamanca, Panchu de la Huerga, el periodista que firma la noticia exclusiva que reproduzco abajo. Luego, tirando del hilo he podido saber que Parrilla dejó plantados a los miembros del Bera Bera tras la derrota el domingo y que dijo alguna palabra más alta que otra a la prensa vasca y a alguno de los miembros del Casol. Habemus lío. Tampoco apareció Manolo Martín, presidente de la ACR, que tenía obligaciones laborales. Pero ser presidente de la ACR y serlo remunerado también obliga a determinadas cosas, entiendo. Sí estaba el gerente Jesús Márquez Tarugo, con quien charlé animadamente, como siempre. Servidor fue recibido en la cena al grito únanime y guasón de "Qué, al final la Superibérica para el 2011?". Mal asunto el de vociferar desde el desconocimiento de lo que ocurre en el rincón rival. Minutos antes había hecho pública la fecha de inicio de la Superibérica. Mientras la directiva de la ACR, y trinchera enemiga declarada de la LSI, se relame las heridas. Felicidades por la noticia Panchu. Y decidan lo que decidan, suerte al Ciencias de don Juan Arena. Y al Nodalia.
La crisis del otro Cajasol
Las dos derrotas de las últimas jornadas acaban con las aspiraciones al título y comprometen el cargo de Arenas aunque el presidente, por ahora, lo respalda
Juan De La Huerga / Sevilla |
Hay mar de fondo en el Cajasol Ciencias Rugby, un equipo que empezó la temporada sin esconder sus aspiraciones de ganar la liga pero que el domingo cerrará la primera vuelta (se supone que con un triunfo sobre Les Abelles, un recién ascendido) en la tercera plaza pero muy lejos de las dos primeras. Lo que equivale a decir que en una desoladora tierra de nadie. Un mal puesto para el, seguro, uno de los dos mayores presupuestos del campeonato, en dura competencia con el CRC Madrid por ser el primero.
Precisamente la derrota frente al quince capitalino, líder invicto, hace dos semanas abrió la caja de los truenos. La tormenta puede llevarse por delante al entrenador, Juan Arenas, enfrentado con un presidente que por ahora hace llamamientos a la calma. De puertas hacia fuera.
La mala relación entre el laureado técnico y el presidente, Antonino Parrilla, es un secreto a voces en el mundillo del rugby sevillano. El dirigente considera que el esfuerzo realizado por su directiva para pagar los altísimos honorarios de Arenas y para construir un plantel a su antojo merecía mejor respuesta que la dada por el quince científico en los dos últimos partidos, en los que ha dilapidado sus opciones de ganar la liga. La cuenta es fácil de entender: si la temporada pasada el equipo fue segundo, ¿por qué no disputar este año el título si el plantel se ha reforzado convenientemente?
Parrilla retuvo a extranjeros remunerados como Corey Smith y Andrea Bresolin. Además, fichó a un trío de neozelandeses nuevos (uno de ellos, el ex all black Sam Harding) y al francés Anthony Berrichon. Otros foráneos ya asimilados como Leo de Olivera, Francis Pinto y Sebastián Hattori elevan hasta nueve la nómina de jugadores de allende nuestras fronteras de un plantel en el que se desterró el término amateur, ya que la directiva también estableció un sistema de remuneraciones a los nacionales. Además, llegaron tres sevillanos formados en otros clubes e internacionales absolutos: Camacho, Leandro y Nono Beltrán. Con estos mimbres, era casi obligatorio componer un cesto lustroso pero el ejercicio de impotencia que supuso el partido ante el CRC Madrid terminó por agriar un ambiente que ya no era del todo bueno.
Arenas fue relevado de sus funciones como director técnico y bajo su responsabilidad quedó solamente la categoría sénior. Durante la semana, el entrenador y uno de los capitanes, Chema Bohórquez, tuvieron una discusión que terminó en estrambote: el carismático talonador no fue convocado para el partido de San Sebastián, donde el domingo el Cajasol cayó ante el modesto Bera Bera, que figuraba en puesto de descenso.
El lunes por la noche, el cese de Arenas (bien vía dimisión, bien vía destitución) se daba por seguro. Aunque si Antonino Parrilla lo desmiente con la firmeza con que lo desmintió, por algo será. Pero el Ciencias ya no es el grupo de amigos de antaño y el protocolo del profesionalismo prevé la depuración de responsabilidades en caso de fracaso. Al fondo, se yergue la figura de Grant Dwyer, técnico australiano en nómina del club como segundo entrenador del primer equipo. Tiene experiencia, conocimientos y es respetado por los jugadores: los extranjeros y los españoles.