Semana 51
Publicado: Mar, 16 Dic 2008, 21:52
http://thefutureplace.typepad.com/the_f ... rugby.html
Mirando a un mundo más complejo a través del prisma del rugby
Por Ray Poynter
Esta tarde tuve una experiencia que en cierta forma fue una experiencia que me cambió la vida. Este texto no tiene nada que ver con una investigación de mercado, pero me sentí compelido a escribirlo, sin dudarlo por un instante.
Durante los últimos años me he visto involucrado con el rugby como jugador, como árbitro y como ayudante de entrenador de un equipo juvenil y si bien no soy bueno ni como jugador, ni como entrenador ni como árbitro, realmente disfruto mi rugby.
Lo que me lleva los hechos ocurridos esta tarde. Recientemente, me pidieron si podía arbitrar un partido entre prisioneros de una de las cárceles locales y un equipo de carceleros de otra prisión local. Mis padres me enseñaron que debía tener un compromiso comunitario y como ciudadano creo en el intento de reformar a la gente; como jugador de rugby creo en el rugby. Y el agente penitenciario que me pidió la ayuda había sido compañero mío, por lo que me sentí obligado a ayudarlo.
No obstante, dentro de mi cabeza no estaba muy feliz con la propuesta porque la cárcel en cuestión es de la Categoría C, albergando abusadores sexuales, incluyendo hombres que violaron chicos y gente que secuestró y abusó de mujeres. No estoy seguro si adhiero al concepto de la gran maldad, pero si lo hiciera, los abusadores sexuales probablemente serían los más cercanos a lo que eso significa para mí.
Sin embargo, seguía adelante con el partido, con la responsabilidad superando a las preocupaciones, estoy realmente contento de haberlo hecho. El partido fue realmente bueno, con quizás entre 70 a 100 prisioneros y agentes viéndolo. La mayoría de los jugadores del equipo de los oficiales juegan en diversos equipos locales, realmente yo he jugado contra algunos de ellos.
El equipo de los prisioneros nunca había jugado antes un partido, aunque algunos de esos individuos obviamente habían jugado antes de ser apresados. Los prisioneros fueron capitaneados por uno de sus propios agentes carceleros (la persona con quien normalmente juego al rugby) y realmente jugaron muy bien. El factor clave que me impactó de los prisioneros fue el espíritu con que estuvieron allí para jugar rugby. El foco estuvo en jugar como equipo, apoyándose entre sí, y trabajando en pos del objetivo común de jugar lo mejor que pudieran. El partido fue duro y físico, pero sorprendentemente limpio. Ambos equipos respetaron mi silbato y mis decisiones (cuando digo respetaron, quiero significar que no discutieron ni reclamaron, lo que pasaría por dentro de sus mentes es otra historia). Cuando hubo un par de acciones de provocación de parte del equipo visitante, los prisioneros mantuvieron su disciplina.
Antes de hoy mi mundo era más simple. Los jugadores de rugby que practican el deporte apropiadamente (duramente, limpiamente, como un equipo, respetando el espíritu del juego) son buenos, o sea son personas como yo y los abusadores sexuales son malos. Pero aquí había gente que había hecho cosas malas, jugando al deportre que adoro, con exactamente el espíritu correcto.
Mi opinión acerca de los delitos que han cometido estos hombres no cambió. Pero, ahora tengo que confrontar con la realidad de que sus delitos no son la única característica que poseen. Ahora debo pensar hacer de ellos como abusadores sexuales Y jugadores de rugby. Y es un poco incómodo reconocer que existe gente que adora mi deporte, gente con la estaría feliz al jugar en contra, pero que han hecho cosas que nunca podría yo imaginarme que olvidaría o perdonaría.
Por el otro lado, el resultado fue un empate, 5 tantos por bando, pero que eso fue probablemente el aspecto menos importante de lo ocurrido esa tarde.
Dan Santoro
Mirando a un mundo más complejo a través del prisma del rugby
Por Ray Poynter
Esta tarde tuve una experiencia que en cierta forma fue una experiencia que me cambió la vida. Este texto no tiene nada que ver con una investigación de mercado, pero me sentí compelido a escribirlo, sin dudarlo por un instante.
Durante los últimos años me he visto involucrado con el rugby como jugador, como árbitro y como ayudante de entrenador de un equipo juvenil y si bien no soy bueno ni como jugador, ni como entrenador ni como árbitro, realmente disfruto mi rugby.
Lo que me lleva los hechos ocurridos esta tarde. Recientemente, me pidieron si podía arbitrar un partido entre prisioneros de una de las cárceles locales y un equipo de carceleros de otra prisión local. Mis padres me enseñaron que debía tener un compromiso comunitario y como ciudadano creo en el intento de reformar a la gente; como jugador de rugby creo en el rugby. Y el agente penitenciario que me pidió la ayuda había sido compañero mío, por lo que me sentí obligado a ayudarlo.
No obstante, dentro de mi cabeza no estaba muy feliz con la propuesta porque la cárcel en cuestión es de la Categoría C, albergando abusadores sexuales, incluyendo hombres que violaron chicos y gente que secuestró y abusó de mujeres. No estoy seguro si adhiero al concepto de la gran maldad, pero si lo hiciera, los abusadores sexuales probablemente serían los más cercanos a lo que eso significa para mí.
Sin embargo, seguía adelante con el partido, con la responsabilidad superando a las preocupaciones, estoy realmente contento de haberlo hecho. El partido fue realmente bueno, con quizás entre 70 a 100 prisioneros y agentes viéndolo. La mayoría de los jugadores del equipo de los oficiales juegan en diversos equipos locales, realmente yo he jugado contra algunos de ellos.
El equipo de los prisioneros nunca había jugado antes un partido, aunque algunos de esos individuos obviamente habían jugado antes de ser apresados. Los prisioneros fueron capitaneados por uno de sus propios agentes carceleros (la persona con quien normalmente juego al rugby) y realmente jugaron muy bien. El factor clave que me impactó de los prisioneros fue el espíritu con que estuvieron allí para jugar rugby. El foco estuvo en jugar como equipo, apoyándose entre sí, y trabajando en pos del objetivo común de jugar lo mejor que pudieran. El partido fue duro y físico, pero sorprendentemente limpio. Ambos equipos respetaron mi silbato y mis decisiones (cuando digo respetaron, quiero significar que no discutieron ni reclamaron, lo que pasaría por dentro de sus mentes es otra historia). Cuando hubo un par de acciones de provocación de parte del equipo visitante, los prisioneros mantuvieron su disciplina.
Antes de hoy mi mundo era más simple. Los jugadores de rugby que practican el deporte apropiadamente (duramente, limpiamente, como un equipo, respetando el espíritu del juego) son buenos, o sea son personas como yo y los abusadores sexuales son malos. Pero aquí había gente que había hecho cosas malas, jugando al deportre que adoro, con exactamente el espíritu correcto.
Mi opinión acerca de los delitos que han cometido estos hombres no cambió. Pero, ahora tengo que confrontar con la realidad de que sus delitos no son la única característica que poseen. Ahora debo pensar hacer de ellos como abusadores sexuales Y jugadores de rugby. Y es un poco incómodo reconocer que existe gente que adora mi deporte, gente con la estaría feliz al jugar en contra, pero que han hecho cosas que nunca podría yo imaginarme que olvidaría o perdonaría.
Por el otro lado, el resultado fue un empate, 5 tantos por bando, pero que eso fue probablemente el aspecto menos importante de lo ocurrido esa tarde.
Dan Santoro