Foro Rugby El Salvador

Solo rugby !!!

De vez en cuando la gente me dice " no te pongas así, es SOLO RUGBY" eso es mucho tiempo desperdiciado por tan  " SOLO RUGBY ". Ellos no entienden la distancia recorrida, el tiempo empleado o las horas involucradas por " SOLO RUGBY ". Algunos de mis momentos de mas orgullo han sido provocados por " SOLO RUGBY ", alguna vez me sentí feliz por " SOLO RUGBY ", han pasado muchas horas y mi única compañía  a sido " SOLO EL RUGBY ", algunos de mis momentos mas tristes han sido provocados por " SOLO EL RUGBY " y en esos días de oscuridad " SOLO EL RUGBY " me dio tranquilidad y mi razón para superar el día, también, creo que es " SOLO RUGBY ". Debido a " SOLO RUGBY " me levanto temprano y me acuesto tarde, así que para mi y para la gente que siente como yo no es " simplemente rugby " es un conjunto de todos los sueños de mi vida, los recuerdos del pasado y la alegría del momento. Así que la próxima vez que te digan es " SOLO RUGBY " solo sonríe, porque ellos " SOLO NO ENTIENDEN ".

Tengo una gran respuesta para tu SÓLO RUGBY...............es el ¡NUNCA MÁS!

http://blogs.antena3.com/confesiones-si ... 00240.html

Muy bueno BrunoLopez, muy real. Te paso un articulo sobre Geoff Parling que me resulto muy interesante.
Abrazo.

 
Sangre, sudor y 'touche: 
la historia de Geoff Parling

Aprovechamos esta gran historia sobre el segunda inglés para introducir una tercera jornada del Torneo VI Naciones marcada por las lesiones, sobre todo irlandesas, y las sanciones, como la de Parisse, y que se abrirá con el Italia-Gales, seguirá con el esperado Inglaterra-Francia en Twickenham y se cerrará con el Escocia-Irlanda

Resulta que esta vida tiene algunas cosas que se escapan a nuestro control. Momentos en que el destino, caprichoso, nos pone a prueba. Geoff Parling se encontraba, sin saberlo, ante uno de ellos. Aquel 19 de noviembre se había levantado pensando que ya, por fin, se acababa un largo caminar por un camino tortuoso. La luz que inunda el tramo final de un túnel que recorrió solo. A ciegas. Con la única compañía de un espíritu de lucha inquebrantable. Fe. Pero todo aquello se volatilizó en un instante…

Uno de los nuestros
Geoff Parling nacía en 1983 en Stockton-on-Tees, pequeña ciudad industrial al este de Inglaterra. Allí, entre plantas químicas y manufactureras, crece un pequeño niño de extremidades largas y ya desde bien temprano demuestra interés por dos cosas: el deporte y toda la teoría que se escondía detrás de la gloria deportiva. Sed por dominar todos los aspectos que le permitieran mejorar en todo aquello que se proponía. "Cuando era niño, y no sólo en rugby, no paraba de pensar en cómo podía hacer mejor las cosas. Pensaba, ¿por qué los deportistas profesionales hacen esto así o asá? Y lo analizaba todo mil veces", recuerda. "Saltando vallas por ejemplo. Todos los niños saltaban una valla y daban un montón de pasos cortitos hasta la siguiente. Me puse a estudiar cómo lo hacían en las Olimpiadas, no paraba de ver vídeos y conté los pasos exactos que daban todos. Les imité, al principio fue un desastre, pero perseveré en la técnica y al final acabé ganando al resto".

Geoff Parling, con la 'Rosa'
Y entre valla y valla, llega Newcastle, el rugby y la Universidad y Parling atiende a esas dos facetas tan diferenciadas que le caracterizan: la necesidad de contacto físico, de un deporte que ponga su cuerpo al límite, y la necesidad de alimentar un cerebro inquieto y que pide más y más. Geoff aún no sabe que necesitará de ambas para triunfar en el deporte ovalado, así que compatibilizará rugby con estudios de Económicas en la Universidad de Newcastle. Una vez graduado, es hora de intentarlo. De jugarse la carta del rugby.

Parling debuta con los Falcons en 2003 y pronto se hace un hueco en el equipo. Tanto es así que sus compañeros, Jonny Wilkinson y Toby Flood entre ellos, le votan 'Jugador del año' del equipo en una de sus primeras temporadas. También por aquel entonces recibe uno de los mejores elogios de su carrera. "Un dia se me acercó un aficionado y me dijo: ¿Sabes? Eres mi jugador preferido. Sorprendido le pregunte que por qué", recuerda Parling, esbozando una sonrisa "y me dijo, porque podrías estar jugando perfectamente con nosotros cada fin de semana". Aquel aficionado jugaba en Regional, pero a Parling aquel extraño elogio le pareció una recompensa. "Entendí que se refería a que tenía los pies en el suelo. Y aquello me hizo muy feliz". En efecto, Geoff es, uno de los nuestros.

Un genio entre mutantes
En 2009 llega el 'gran salto'. El fichaje por Leicester. En Inglaterra hay un término muy utilizado para referirse a los delanteros de Leicester. En tono jocoso se les llama 'Los mutantes', una especie de trogloditas del rugby. Y entre mutantes como Castrogiovanni, Julien White, Ben Kay, Deacon o Moody aterriza un ya barbudo y desaliñado Parling. Por fuera, encaja perfectamente en su papel de mutante. Por dentro, su inquieto cerebro encuentra el lugar perfecto para desarrollarse. "Leicester es el lugar perfecto para dedicarse a este deporte. No hay distracciones ni excusas, sólo trabajo duro y rugby".

Y aprendiendo de los mejores se enfrasca en el estudio del 'lineout', en todos los entresijos del saque de lateral, buceando en miles de videos y apuntes descolocados que se desparraman por su casa. Sus compañeros contemplan fascinados cómo el joven ya está deseando acabar el tercer tiempo para irse a casa a estudiar al rival. Se convierte en un virtuoso, estudia movimientos, gestos imperceptibles para el común de los mortales: un pequeño vistazo del 'hooker' rival, un movimiento en el pasillo, la presión de los dedos sobre el óvalo, el viento… Mientras otros toman aire el cerebro de Parling late a mil revoluciones. Y así, los robos que a los demás nos parecen sorprendentes son sólo una acumulación de cálculos y factores.

Pronto se hace sitio en la segunda línea. Sitio entre un Ben Kay que se retira y un Louis Deacon roto. Convierte a la 'touche' de Leicester en la más fiable del campeonato. Y en la final contra los Saracens, un robo decisivo con el tiempo ya cumplido le da el último título liguero al equipo de las Midlands hasta la fecha. Con la tardía llamada de la selección, a sus 29 años, comienza para Geoff, una auténtica odisea.

Un camino de momentos
El debut con la 'Rosa'. El momento más esperado en la carrera de todo jugador. Allí en Australia vive una liturgia de tradiciones y sobre todo de momentos. Momentos compartidos junto a ídolos de la infancia, junto a compañeros que han recorrido exactamente lo mismo que tú para estar ahí. Contra rivales que ahora se convierten en compañeros. Y lo que debía ser una celebración se acaba antes de empezar. El cuello de Parling se rompe el día de su primer 'cap'.

Cuerpo de estibador, mente de director de orquesta, es el compañero que todos desearíamos tener: humilde, trabajador, atento a los detalles, decidido, comprometido…
Todos supieron cómo se lo tomaría. Nadie dudó de que ni el cuerpo ni el cerebro de Parling aceptarían órdenes de una lesión que había venido sin llamar a la puerta. En la mente de Geoff resonaban esas palabras que tanto le acompañaron. "¿Cómo puedo mejorar?" Con meses por delante, era la hora de reconstruir. Reconstruir su cuerpo. Estudiar rugby. Horas y horas de rehabilitación y videos. Memorizarse mil claves, mil gestos. De pasar momentos y buscar un regreso, con la compañía de un Richard Blaze que no lo conseguiría y un Jordan Crane y un Craig Newby que llevaban muchos meses en esa maldita sala de rehabilitación. Y tras seis largos meses, llegó aquel 19 de noviembre, ante Harlequins. Seis meses para un momento. Un minuto. ¡CLAS! El crujido fue tan fuerte que yo aquel día lo escuché desde mi asiento. Unos tacos que se aferraron al césped mientras una rodilla giraba bruscamente. Y así, con un sonido seco, el destino escupió a Geoff Parling de nuevo hacia el infierno.

Renacer
¡CLAS! ¡CLAS! ¡CLAS! Es el sonido de las máquinas de la sala de rehabilitación. Han pasado meses desde la operación de rodilla. La sala está vacía ya. Solitaria, una figura con barba y pelo desaliñado pasa horas y horas haciendo los mismos ejercicios todos los días. Con cada golpe de pesas una mirada decidida. Con cada hora allí un "Volveré". Con cada comentario en la prensa de que no lo logrará, una promesa interior. Con cada inyección de dolor una lágrima seca en la mejilla. Momento a momento, mes a mes, se acerca el día. Son doce desde aquel fatídico noviembre, dieciocho desde la gira por Australia. Como el Ulises que regresa a Ítaca, una eternidad después, Geoff Parling no puede creer que ha llegado el día en que le dan la luz verde para volver a jugar. Y contra todo pronóstico, no ha dado un paso atrás. No hay tiempo que perder. Su carrera sigue justo en el punto donde la dejó. Y la 'Rosa' no tarda en volver a llamar a su puerta.

STUART LANCASTER
"Parling es la punta de lanza de la Inglaterra que quiero para 2015"
Esta vez el regreso es diferente. Parling se ha convertido ya en una referencia en el campeonato liguero doméstico y nada más llegar a la selección es nombrado de inmediato 'comandante' y líder de la 'touche'. Pese a estar rodeado de estrellas de renombre, su trabajo e inteligencia le valen ser pieza clave de sus dos equipos. "Parling es la punta de lanza de la Inglaterra que quiero para 2015", declara Lancaster, que lo convierte en uno de los pocos imprescindibles. "Parling representa el nuevo proyecto de los Tigers", dice un exultante Cockerill el día de su renovación con Leicester. Los momentos siguen sucediéndose: robo decisivo de la 'touche' contra Tolouse en la Heineken, robo de la última 'touche' contra Irlanda este VI Naciones. Momentos que mezclan aquel "¡Nunca más!" con el "¡Volveré!" Momentos en que la fe en uno mismo es más fuerte que el peor parte médico.

El camino continúa
Cuando uno conoce a Geoff Parling, renueva su fe por nuestro deporte. Cuerpo de estibador, mente de director de orquesta, es el compañero que todos desearíamos tener: humilde, trabajador, atento a los detalles, decidido, comprometido… Un 'rara avis' entre la feroz delantera inglesa. Respetado y admirado por todos. Su historia demuestra que en la más absoluta oscuridad, siempre está la luz de tu fe, de tu motivación interior, de tu espíritu de lucha. Y nadie te la puede arrebatar.

El tipo que aquel día, en Newcastle, se acercó a Parling estaba equivocado, Geoff Parling no es uno de los nuestros, no, es la mejor versión de cada uno de nosotros. Geoff Parling representa ese jugador que llevamos dentro, que ama el rugby, que estudia el rugby, que siempre quiere llegar más alto, más lejos. Y cada vez que le veo elevarse en las alturas pienso que ¡ojalá hubiera mil Geoff Parling! O quizás mejor, que sólo haya uno. Aquel genio entre mutantes.

JAJAJAJAJAJA lo escribí yo también!!! Gracias por leerlo y compartirlo!