Evolución del juego
Por Juan Martín Ramognino
Todo juego evoluciona en pos del espectáculo, la audiencia busca la distracción, el pasar un rato agradable y, a la vez, si es divertido mejor. Y así lo notaron los organizadores de todos los deportes, entendiendo que diversión significa más audiencia y más audiencia significa dinero. Y las reglas variaron y se priorizó la continuidad en todos los juegos. Por ejemplo, el fútbol impidió que la pelota pueda ser pasada al arquero, el vóley flexibilizó sus reglas al permitir que el saque pueda ser válido luego de tocar la red, el hockey admite el off side de sus delanteras… y así hay incontables ejemplos. ¿Y qué pasó con el rugby? Deporte que se caracterizaba por sus interrupciones, debió cambiar sus reglas o dejaba de ser entretenido, debió modernizarse, aggiornarse o como quieran llamarlo. Las primeras modificaciones reglamentarias las sufrieron las formaciones fijas y móviles. El line dejó de ser un amontonamiento de gente, no se permitió saltar con mano cambiada y se permitió asistir al saltador, es decir, los popes querían rápido la pelota afuera. ¿Y el scrum? Uufff… eterna formación que tardaba minutos y minutos en resolverse fue blanco de los cambios. Que bajadita, que lock, que hookear rápido… eternas discusiones y adiós giros interminables, cambió la toma de los primeras líneas y los tiempos de entrada, los terceras líneas con imposibilidad de desprenderse hasta que la pelota esté afuera y, la más reciente, línea defensiva a 5 yardas. ¡Una maravilla para los octavos y los aperturas agradecidos! jajaja . Y el ruck/maul. Incontables modificaciones, chau eternas montoneras que semejaban torres chinas de gente gritando break. Quizás el ruck fue la formación que más evolucionó. A partir de la década del ’90, varios equipos iniciaron desde el ruck un juego más dinámico por la simple razón que bien jugado y con una correcta presentación de la pelota no necesitaba de los ocho delanteros para definir esa instancia del juego. Y así lo entendieron los jugadores del famoso Banco Nación de 1989, el primer equipo que utilizó la palabra “roles”, dándole un vértigo al juego que destrozaba defensas y equipos. Entonces, la evolución del juego se dio paralela a la evolución física. Este tipo de reglas favorecían a los equipos que estaban dotados de gente más apta físicamente y técnicamente. La cantidad de jugadores protagonistas se amplió considerablemente, los jugadores “que deciden” fueron no solo el 9 y el 10, la velocidad del juego necesitaba de más. Pero los entrenadores siempre buscan alternativas y las reglas deben ser modificadas continuamente. Esta evolución reglamentaria/técnica/física mereció que la gente que estudia y planifica se encargue de organizar defensivamente a los equipos. Se producían resultados impensados como 47 a 34 ó 38 a 33. El mundial del ’87, donde los All Blacks destrozaron las defensas no solo con su potencia sino con los cambios de ángulos de carrera, la inclusión de jugadores fantasmas en ataque, participación de forwards mezclados con backs y los relevos, dieron por tierra la marcación hasta ahí preponderante de “afuera hacia adentro”, único sistema defensivo que dependía de dos centros tackleadores y de un 15 solucionador de tormentas. La defensa incluyó dentro de su diccionario los términos “comunicación y paciencia”. Los equipos comenzaron a tener variantes defensivas. Se comenzó a “flotar” (Banco Nación también fue su impulsor). Los detractores argumentaban que este sistema era para los que no tackleaban… y así se fueron moldeando sistemas defensivos en un área que estaba verde. Los internos defensivos comenzaron a ser verdaderos protagonistas y Australia demostró que el ataque gana partidos y las defensas campeonatos, con innovaciones como el doble tackle, candados, agotamiento de espacios, a veces salía de punta, otras flotaba, en otras ocasiones cerraba el sexto y en otras el tercero…. sorprendía defendiendo. ¿Qué locura no? Pero a no confundirse: el tackle seguía siendo el protagonista de la defensa y la actitud su bandera. Y todo esto generó que como los atacantes no involucraban tantos jugadores en las formaciones móviles, tampoco lo hacía la defensa. Y de repente, luego de un ruck, por ejemplo, te encontrabas con 26 jugadores dispuestos a jugar. ¿Y en qué desembocó todo esto? La importancia fundamental del 1 Vs 1 mereció que al jugador se lo capacite técnicamente de una manera tal que pueda desequilibrar a su adversario en un metro cuadrado. Eso es todo el espacio que hay hoy en día. Los buenos jugadores desequilibran en ese espacio. No hay más espacio. Jugadas de 20 fases hablan hoy en día de la evolución de la defensa por sobre el ataque. Obvio, es más fácil destruir que crear. Igualmente los jugadores “distintos” siguen siendo los desequilibrantes. Al estar todos físicamente preparados, la diferencia la hacen los más dotados técnicamente y los que más entrenan en busca del desarrollo de las pequeñas cosas. Avanzar, lograr el mejor pase, tener el cambio de paso más repentino e impredecible, técnica de tackle, buscar los espacios y generarlos, convencidos que las pequeñas cosas bien realizadas son la base de grandes cosas. Hoy en día se habla de off load, faijing, rollig out, squezze ball, pescador, etc. El rugby no es fácil, es simple. Nos vemos en la próxima.
Artículo publicado en Desde Abajo Rugby:
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