"INSTRUIR: dar instrucciones, EDUCAR: enseñar a descubrir". por J.C.Powys
Publicado: Mié, 22 Feb 2012, 18:40
Por Juan Carlos Powys entrenador de Linces del club Cetransa El Salvador
Cuando escuchamos la palabra aprendizaje, ¿qué es lo primero que pensamos?.
Si pensamos en la mayoría de jugadores que vemos en nuestro rugby, juegan según patrones estándar que todos reconocemos, nos gustaran mas o menos, pero son fácilmente identificables.
En general la mayoría de los modelos educativos se basan en la instrucción, instruir a los alumnos en un programa predefinido y socializarlos para que sean útiles al sistema.
Las escuelas en general y las escuelas deportivas también, son fábricas de producción en masa, y están organizadas como líneas de montaje, donde los niños deben pasar por cada etapa del proceso de producción cumpliendo los estándares, superando las pruebas, aprobando los exámenes, deben ir adquiriendo conocimiento y habilidades, superando módulos para asegurar que los “productos” se conformen con las especificaciones correctas.
¿Cuantas veces hemos oído la queja de un entrenador, respecto a que parece mentira que un jugador llegue a una categoría sin tener dominada tal técnica o habilidad?, pero pocas veces oímos quejas sobre que alguien no tenga desarrollada la capacidad de pensar, de decidir entre distintas opciones, de aprender de la experiencia, de descubrir por si mismo. Parece que sea un “don”, un código genético innato propio de unos elegidos, al que la mayoría no pueden aspirar, como si de algo mágico se tratara.
Así tristemente los niños aprenden las reglas, copian e imitan y se convierten en recursos funcionales al sistema productivo… sin adquirir la capacidad de PROBAR, EQUIVOCARSE, DESCUBRIR y APRENDER.
El problema no es el que exista un modelo educativo preestablecido y ordenado, el problema a mi entender, es que el modelo generalizado premia el acierto y penaliza el error, no basa el aprendizaje en la experiencia, lo basa en la doctrina, el niño no descubre la respuesta, se le dice cual es la respuesta correcta para que la integre y la repita una y otra vez.
El desarrollo de una habilidad debe ser el resultado de la experiencia, deberíamos descubrir eligiendo entre muchas opciones como podemos resolver una situación táctica. Elegir en cada caso cual nos parece la opción mas apropiada para alcanzar un objetivo, “NO HAY VERDAD”, no deberíamos enseñar la técnica para resolver algo, deberíamos dar la oportunidad de experimentar una situación y que el jugador descubra por si mismo las distintas opciones que tiene para resolverla.
Cuando uno es un niño, ¿quién le dice qué va a aprender?: el profesor, ¿quién dice si ha aprendido o no?: el maestro, y si quiere avanzar, ¿a quién tiene que complacer?, al entrenador, que es quien chequea si lo que hace se ajusta a su plan.
La esencia del concepto actual de aprendizaje es el acierto en la respuesta correcta. ¿Correcta para quién?, ¿Qué nos está pasando con todo esto?
Una nota que leía anoche hablaba de un estudio en el que a un grupo de profesores se les informo de que a sus alumnos se les había realizado un test sobre sus capacidades intelectuales y se les dio la lista de los alumnos que obtuvieron los mejores resultados. Se les dijo que era de esperar que estos alumnos fueran los que mejor rendimiento tendrían a lo largo del curso. Y así fue. Al finalizar el curso, se confirmó que el rendimiento de estos muchachos fue mucho mayor que el del resto.
Hasta aquí no hay nada sorprendente. Lo interesante de este caso es que en realidad jamás se realizó tal test. Y los supuestos alumnos brillantes fueron chicos elegidos al azar, sin tener para nada en cuenta sus capacidades. ¿Qué ocurrió entonces? Parece que los maestros crearon una tan alta expectativa de esos alumnos que actuaron a favor del cumplimiento de la misma. De alguna manera, los maestros convirtieron sus percepciones en expectativas y esto les llevó a confirmar lo que les habían dicho que sucedería.
Rompamos el modelo, esta claro que no sirve, lo avalan los datos de fracaso escolar y la fotografía que podemos sacar cualquier fin de semana en la mayoría de campos donde vemos a niños esforzándose por agradar a padres, entrenadores y maestros siguiendo el guión que les han escrito.
EDUCAR es enseñar a descubrir, uno solo descubre si tiene las puertas abiertas, para aprender se necesita la libertad suficiente para no tener miedo a equivocar la respuesta y se tiene el estimulo suficiente para atreverse a probar y a elegir un camino.
Cuando escuchamos la palabra aprendizaje, ¿qué es lo primero que pensamos?.
Si pensamos en la mayoría de jugadores que vemos en nuestro rugby, juegan según patrones estándar que todos reconocemos, nos gustaran mas o menos, pero son fácilmente identificables.
En general la mayoría de los modelos educativos se basan en la instrucción, instruir a los alumnos en un programa predefinido y socializarlos para que sean útiles al sistema.
Las escuelas en general y las escuelas deportivas también, son fábricas de producción en masa, y están organizadas como líneas de montaje, donde los niños deben pasar por cada etapa del proceso de producción cumpliendo los estándares, superando las pruebas, aprobando los exámenes, deben ir adquiriendo conocimiento y habilidades, superando módulos para asegurar que los “productos” se conformen con las especificaciones correctas.
¿Cuantas veces hemos oído la queja de un entrenador, respecto a que parece mentira que un jugador llegue a una categoría sin tener dominada tal técnica o habilidad?, pero pocas veces oímos quejas sobre que alguien no tenga desarrollada la capacidad de pensar, de decidir entre distintas opciones, de aprender de la experiencia, de descubrir por si mismo. Parece que sea un “don”, un código genético innato propio de unos elegidos, al que la mayoría no pueden aspirar, como si de algo mágico se tratara.
Así tristemente los niños aprenden las reglas, copian e imitan y se convierten en recursos funcionales al sistema productivo… sin adquirir la capacidad de PROBAR, EQUIVOCARSE, DESCUBRIR y APRENDER.
El problema no es el que exista un modelo educativo preestablecido y ordenado, el problema a mi entender, es que el modelo generalizado premia el acierto y penaliza el error, no basa el aprendizaje en la experiencia, lo basa en la doctrina, el niño no descubre la respuesta, se le dice cual es la respuesta correcta para que la integre y la repita una y otra vez.
El desarrollo de una habilidad debe ser el resultado de la experiencia, deberíamos descubrir eligiendo entre muchas opciones como podemos resolver una situación táctica. Elegir en cada caso cual nos parece la opción mas apropiada para alcanzar un objetivo, “NO HAY VERDAD”, no deberíamos enseñar la técnica para resolver algo, deberíamos dar la oportunidad de experimentar una situación y que el jugador descubra por si mismo las distintas opciones que tiene para resolverla.
Cuando uno es un niño, ¿quién le dice qué va a aprender?: el profesor, ¿quién dice si ha aprendido o no?: el maestro, y si quiere avanzar, ¿a quién tiene que complacer?, al entrenador, que es quien chequea si lo que hace se ajusta a su plan.
La esencia del concepto actual de aprendizaje es el acierto en la respuesta correcta. ¿Correcta para quién?, ¿Qué nos está pasando con todo esto?
Una nota que leía anoche hablaba de un estudio en el que a un grupo de profesores se les informo de que a sus alumnos se les había realizado un test sobre sus capacidades intelectuales y se les dio la lista de los alumnos que obtuvieron los mejores resultados. Se les dijo que era de esperar que estos alumnos fueran los que mejor rendimiento tendrían a lo largo del curso. Y así fue. Al finalizar el curso, se confirmó que el rendimiento de estos muchachos fue mucho mayor que el del resto.
Hasta aquí no hay nada sorprendente. Lo interesante de este caso es que en realidad jamás se realizó tal test. Y los supuestos alumnos brillantes fueron chicos elegidos al azar, sin tener para nada en cuenta sus capacidades. ¿Qué ocurrió entonces? Parece que los maestros crearon una tan alta expectativa de esos alumnos que actuaron a favor del cumplimiento de la misma. De alguna manera, los maestros convirtieron sus percepciones en expectativas y esto les llevó a confirmar lo que les habían dicho que sucedería.
Rompamos el modelo, esta claro que no sirve, lo avalan los datos de fracaso escolar y la fotografía que podemos sacar cualquier fin de semana en la mayoría de campos donde vemos a niños esforzándose por agradar a padres, entrenadores y maestros siguiendo el guión que les han escrito.
EDUCAR es enseñar a descubrir, uno solo descubre si tiene las puertas abiertas, para aprender se necesita la libertad suficiente para no tener miedo a equivocar la respuesta y se tiene el estimulo suficiente para atreverse a probar y a elegir un camino.