Traduzco la página doble de The Rugby Paper hoy sobre España:
¿Está esta historia mundialista a punto de cambiar las tradiciones deportivas de España?
Brendan Gallagher echa un vistazo al último país europeo en dejar su huella en el rugby.
Así que de repente España es favorita para clasificarse para el Mundial 2019 en Japón, si bien los lectores de The Rugby Paper posiblemente no estén tan sorprendidos pues hemos estado vigilando cuidadosamente su ascenso en las últimas temporadas.
España probablemente ahora mismo sólo esté por detrás de Georgia en cuanto a países en los que merece la pena invertir a nivel de rugby, no tanto por sus prestaciones actuales, aunque progresan constantemente, como por su potencial si todas las piezas encajan perfectamente.
Una convincente victoria 22-10 frente a una Rumanía al completo en el Estadio Nacional de la Universidad Complutense el pasado domingo a mediodía en Madrid, a rebufo de un célebre triunfo a domicilio frente a Rusia en Krasnodar les deja necesitando nueve puntos en sus dos últimos partidos clasificatorios el mes que viene. En definitiva, necesitan una victoria con bonus y otra por el margen que sea - algo de lo que deberían ser totalmente capaces en casa frente a Alemania el 11 de marzo y a domicilio frente a Bélgica una semana después.
Si lo hacen Japón les espera, donde se encontrarían en el Grupo A con Irlanda, Escocia, Japón y el ganador del play-off que ahora mismo enfrentaría a Samoa o sus sempiternos rivales de Rumanía. Es más, si se clasifican tendrán el honor y la exposición global de jugar el partido inaugural frente a los anfitriones, Japón.
Así que un par de semanas increíbles aguardan a España. Y su tarea podría volverse aún más sencilla si Rusia pilla en otro mal día a Rumanía en Cluj este sábado, cuando los del Roble intenten resarcirse de una inusual pobre prestación frente a los españoles después de que hubieran mostrado signos de progreso constante.
Rumanía debería ganar, pero Rusia es un buen equipo y la victoria de España sobre los rumanos significa que Rusia aún está en la lucha por el segundo puesto en el torneo de clasificación para el Mundial, lo cual les permitiría acceder a un play-off europeo frente a Portugal que les daría opciones de llegar a la repesca en noviembre.
España mientras tanto se enfrenta a un dilema este fin de semana. Su partido es frente a Georgia en Tbilisi y en teoría, tras el impulso de estas dos últimas semanas, les encantaría darle un susto a los eternos campeones del REC.
Si lograran una inesperada victoria frente a los Lelos se llevarían un inhabitual título del REC, pero dado que Georgia se clasificó automáticamente para el Mundial 2019, ninguno de los partidos contra los Lelos cuenta para la clasificación y a los Leones les toca ser despiadados y pensar totalmente en los partidos contra Alemania y Bélgica a continuación.
No se pueden permitir una distracción. El resultado en Tbilisi será pronto un partido más de rugby, pero si logran clasificarse para su segundo Mundial podría significar la hora del despegue del rugby español.
Lo más probable es que España haga descansar a al menos media docena de sus jugadores clave, puede incluso que más, y ello pondrá a prueba su fondo de armario. En realidad ello encaja con su dinámica de grupo perfectamente, pues la mayoría de jugadores son profesionales en Francia, la mayor parte en ProD2, más un par en Top 14 y un puñado más en Fédérale 1.
La Conexión Francesa es clave pero España debe buscar un equilibrio. En teoría podría aferrarse al reglamento de World Rugby y pedir que sus jugadores sean liberados por sus clubes para todo febrero y marzo, del mismo modo que podrían en noviembre también.
Pero por debajo del Top 14 si haces eso corres el riesgo de incordiar a los clubes que, con plantillas y presupuestos mucho menores que en Top 14, podrían en el futuro no contratar internacionales españoles que con toda probabilidad se perderían dos o tres meses clave de la temporada. En el fondo España necesita que esos jugadores lo suficientemente buenos como para ganarse un contrato en Francia logren un buen contrato y jueguen tanto como sea posible.
El antiguo zaguero de Francia Jean-Michel Aguirre, un vasco de justo el otro lado de la frontera, en Tostat, y figura de Bagnères, que siempre tuvo un toque español en sus plantillas, ha venido ayudando a España con esto los últimos dos años.
Fluido en francés y español, se le encargó que se mantuviera en contacto con todos los clubes franceses con jugadores españoles en sus filas para ejercer de mediador, buscando llegar a pequeños acuerdos en los que la disponibilidad de los jugadores clave para España pueda ser garantizada en los partidos internacionales realmente importantes a cambio de que España levante el pie en el resto de fines de semana y permita a los jugadores seguir con sus clubes. Por ahora está funcionando pero se trata de una relación en plena evolución y que será puesta a prueba si sigue progresando en el ranking.
De todos modos en las próximas semanas todo debería funcionar perfectamente. Justo después del partido frente a Rumanía - bueno, tras tres cervezas, una paella grupal y una sentida canción - la mayor parte del contingente francés iba camino del aeropuerto de Madrid para asegurar que llegaran a tiempo para entrenar con sus clubes el lunes por la mañana y que estuvieran así disponibles este fin de semana y el que viene, cuando se les dispense del viaje a Tbilisi.
De este modo, tras haber mostrado compromiso con sus empresas los jugadores podrán ausentarse de nuevo un par de semanas para los partidos contra Alemania y Bélgica. Así funciona.
"Tocamos madera porque el calendario esta vez nos viene como anillo al dedo", comenta Keith Chapman, miembro desde hace muchos años de la dirección de la FER. "Hasta ahora todo ha sido una tormenta perfecta para nosotros, pero no damos nada por hecho tras colocarnos en una situación de privilegio. Saltaba a la vista después del partido contra Rumanía, tanto en el vestuario como en el bar antes de marcharse, que son conscientes de que queda un trabajo importante aún por hacer. La mayoría de estos tíos trabajan realmente duro para ganarse la vida modestamente con este deporte fuera de los focos, créeme cuando te digo que saben perfectamente la oportunidad que tienen ante ellos tras todo el duro trabajo realizado hasta ahora".
"Saben que aún no estamos en el avión para Japón. Los deslices ocurren en el rugby internacional, especialmente a este nivel. Nosotros mismos ya hemos ganado partidos en el pasado cuando eramos outsiders y teníamos poco que perder. Así que nos enfrentaremos a Alemania y Bélgica con todo el respeto y buscando poner en el campo nuestro mejor equipo. Trataremos ambos partidos como si de finales del Mundial se tratara".
Como figura prominente de la dirección, Chapman es también perfectamente consciente de la ventana que se le abre al rugby español de vender este deporte a un mayor público en un país loco por el deporte. La FER está determinada a no perder la oportunidad, y más cuando las finales europeas de Bilbao en mayo ofrecerán otra ocasión de promocionar el rugby.
"No subestimes lo importante que fue la semana pasada para nosotros, todo funcionó de una manera que rara vez se ve en el mundo del deporte o en la vida. El tiempo fue perfecto y los medios españoles y la TV - que hemos tratado de involucrar - pudieron disfrutar de un gran partido, el resultado 'adecuado' y una gran ocasión para hablar de nosotros ante un lleno que para nosotros significa 15.000 espectadores".
"No hubo polémicas ni incidentes desgraciados que torcieran los titulares, el protagonista fue simple y llanamente el rugby español en busca del Mundial e incluso en periódicos muy centrados en el fútbol nos dieron una gran cobertura. Todo encajó, fue un día muy importante para el rugby español y ahora tenemos otra ocasión de gala frente a Alemania que debemos promover de la forma ideal".
"Tomamos una buena decisión frente a Rumanía al pasar de jugar el sábado a las 16:00 a hacerlo el domingo a las 12:30, lo cual puede sonar muy raro desde un punto de vista británico pero en España los días libres todo gira en torno a las comidas familiares y hay que tenerlo en cuenta".
"La comida empieza sobre las tres y se alarga durante la tarde hasta que sales para alguna actividad, o un partido de fútbol o baloncesto esa noche hasta reunirte de nuevo para cenar muy tarde. Estábamos poniendo a los aficionados y seguidores en un dilema con nuestros partidos los sábados por la tarde. El domingo a mediodía funciona mucho mejor".
"Te vas al partido, te tomas un par de cervezas, se acaba a las 14:30 y te sientas para una larga comida poco después de las tres y luego ya sales por la noche o ves el partidazo por TV. El rugby en España debe encajar, no tiene sentido pegarse con la cultura preexistente".
Chapman y la FER están muy ocupados con los desafíos a corto plazo como para distraerse por la gran pregunta sobre el "futuro del rugby español", pero se muestran irritados por dos o tres comentarios sobre cómo su éxito se debe exclusivamente a los jugadores franceses y la experiencia que han aportado al engranaje.
"Vamos a dejar una cosa bien clara. Cada uno de los jugadores que militan en Francia son nacidos en España, o tienen padres españoles o tienen uno o dos abuelos españoles. Todos son plenamente seleccionables y sólo hacemos lo que cualquier otra selección en el mundo. Georgia depende en su mayoría de los jugadores que militan en Francia. ¿Cuándo fue la última vez que alinearon una delantera sin jugadores en Francia? Y así es como los Pumas lograron salir a flote antes de que fueran capaces de formar una franquicia de Super Rugby en su casa. Escocia tiene un montón de escoceses nacidos en el extranjero, Australia y Nueva Zelanda usan sus vínculos con las islas del Pacífico"
"No tenemos 'project players' como algunas de las grandes naciones de Europa. Carecemos de los recursos necesarios. No hemos ido a captar seis o siete Kiwis jóvenes para atraerlos a España con un contrato semiprofesional con uno de nuestros clubs o les hemos dado un contrato en un bar con la promesa de darles una cap a la primera oportunidad. No vamos rastreando Argentina en busca de jóvenes con talento, aunque algunos vienen de motu propio a visitar a sus familias o conocer el país de sus orígenes y logramos captar un par de jugadores de esta manera".
"No tenemos una liga de clubes profesional, aunque obviamente pensamos en todo momento sobre cómo hacer crecer nuestro campeonato doméstico. Tenemos jóvenes realmente talentosos, la mayoría de los cuales intentamos que se vayan a Francia para acumular experiencia. Tenemos un ala excepcional de 18 años, Samuel Ezeala, que está en Clermont aunque por desgracia sufrió recientemente una seria conmoción jugando en su debut contra Racing".
"No, nuestro incalculable recurso es una cantidad prominente de jugadores catalanes y vascos del otro lado de la frontera, en Francia. Hasta ahora no les podíamos ofrecer nada tentador para que dejaran de un lado sus aspiraciones de jugar con Francia, o siendo más terrenales, convencerles de que merecía la pena tener una incómoda conversación con sus clubes sobre desaparecer ocasionalmente para jugar con España".
"Poco a poco hemos ido cambiando eso y ahora tenemos un puesto en el Mundial a nuestro alcance. Es algo que podría cambiarlo todo para nosotros. Este grupo está hambriento y la bola de nieve empieza a tomar velocidad. Por primera vez son jugadores nacidos en Francia y seleccionables por España los que vienen preguntando en lugar de tener nosotros que detectar talento e ir a cazarlos".
El nivel de aquellos que empiezan a preguntar va en aumento. Más allá de aquellos que dejaron claro desde un primer momento que querían jugar para España, como Charly Malié o Mathieu Bélie - ambos con caps con Francia Sub 20 - España hasta ahora ha tratado deliberadamente de evitar enfadar a clubes de Top 14 con acercamientos a sus jugadores y en particular atraer jugadores jóvenes con aspiraciones con Francia jugando para ellos en su lugar.
Pero en los últimos tiempos algunos jugadores de Top 14 bastante consagrados han empezado a llamar por teléfono a Madrid para preguntar cómo pueden jugar para España y ese proceso sólo se acelerará si los españoles sellan su billete para el Mundial.